El Coaching, si bien es una disciplina que ha sufrido altibajos por causa de la moda, es una de las mejores herramientas de desarrollo del talento de las que puede hacer uso una empresa.
Y algún etcétera más… Y ahí está el Coaching para facilitar el camino de mejora a todas estas circunstancias.
Disponer de la figura de un Coach dentro de las empresas mejorará muchos aspectos humanos de la organización.
El Coach dentro de la organización es una especie de bálsamo emocional para los equipos y para las personas.
Los responsables gestionan mejor a sus equipos. Desde el desarrollo de la gestión emocional propia, son más capaces de gestionar mejor las emociones de los equipos. Aprenden a obtener lo mejor de las personas. Y se trata de una de las tareas más complejas en una organización porque nadie nos ha enseñado a ‘profesionalizar nuestras relaciones humanas’.
Evita que surja el conflicto. Porque ante el menor atisbo de una situación que se puede volver conflictiva, el Coach actúa como mediador para que ese conflicto se diluya, incluso, antes de aparecer.
Mejora la comunicación entre las personas. La visión del Coach es objetiva, por lo que se mejora el estilo de comunicación dentro de la organización y esta se vuelve más fluida y más transparente.
Las personas desarrollan su mejor versión. El Coach trabaja individual o colectivamente con las personas para que se conviertan en una mejor versión de ellas mismas. Desarrollan su talento y sacan a relucir su mejor versión, lo que se traduce en mayor compromiso, mayor eficiencia, mayor productividad y, finalmente, mayor rentabilidad.
El líder mejora su estilo de liderazgo. Los responsables de personas se desarrollan mejor como líderes. Desarrollan, también, una mejor versión de si mismos al trabajar sus miedos, sus áreas de mejora y al proponerse objetivos concretos y continuos.
Consolida la importancia de las personas dentro de la cultura. Hay muchas empresas que dicen que les importan sus equipos, sin embargo, no todas realizan las acciones que lo demuestren. El coach en la empresa se encarga de incluir a las personas dentro de la cultura. Y las personas, al sentirse parte de un proyecto común, dan lo mejor de sí mismas.
Gestiona el talento para que se quede. Un coach dentro de la empresa es capaz de ver el potencial de las personas que conforman la organización y provoca su desarrollo para que se queden. Integrar a una persona en una organización es muy costoso para la empresa por el período de adaptación y la formación en el puesto de trabajo que esta persona requiere.
La pregunta aquí es si mejor formar a coaches internos o contratar a coaches externos.
Siempre es bueno que haya personas con conocimientos de Coaching dentro de la empresa. Nos va a facilitar muchas cosas.
Si la empresa es pequeña, entre 5 y 100 personas, es conveniente que haya personas, en general los CEOs o directores de área que tengan formación en Coaching para poder solventar muchas dificultades humanas que nos presenta el día a día.
Cuando la empresa es pequeña, en algunos momentos tendremos la necesidad de contar con un Coach externo. Esto se produce porque el nivel de conocimiento de las personas de la empresa es tan grande que no se pueden elaborar procesos de Coaching verdaderamente efectivos cuando existe una relación personal anterior entre las dos partes.
Cuando la empresa pasa de 100 empleados se dispone de mayor versatilidad, puesto que hay personas que no se conocen mucho y se pueden realizar procesos entre ellas.
La respuesta, por tanto, a la pregunta inicial es que es bueno disponer de Coaches internos y contar con los servicios profesionales de externos cuando sea necesario.
La figura del Coach es la de un gestor de felicidad dentro de la organización.
El Coach siempre tiene el foco desde hoy en adelante y esto hace que existan infinitas posibilidades de cambios para conseguir la mejor versión de cada persona. El enfoque del Coach siempre es positivo.
Es un inductor a la felicidad dentro de las organizaciones y ya está suficientemente demostrado que las organizaciones más felices son también las más motivadas y las más rentables.