QUÉ SIGNIFICA TRANSFORMAR.

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¿Cambiar o transformar?

Muchas veces no nos damos cuenta de que, en función de la palabra que utilicemos, estamos expresando cosas con matices diferentes. Y son, precisamente, esos matices los que suelen marcar la diferencia. El lenguaje es muy rico para poder comunicarnos teniendo en cuenta toda esa variedad de matices.

¿Por qué digo esto? Por que, por ejemplo, no es lo mismo ‘cambiar’ que ‘transformar’.

‘Cambiar’ es, literalmente, desprenderse de una cosa y recibir o tomar otra en su lugar. O, también es poner una cosa o una persona en lugar de otra. Básicamente es ‘quitar’ y ‘poner’.

‘Transformar’, sin embargo, significa hacer que algo cambie o sea distinto, pero sin alterar totalmente todas sus características esenciales. Básicamente es ‘modificar’ y ‘mantener’.

Con este matiz tan importante, cuando hablamos de ‘gestión del cambio’, muy probablemente estaremos hablando de ‘gestión de la transformación’.

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Transformación organizacional.

Cuando queremos abordar los cambios dentro de las organizaciones, en difícil que se quiera o se pueda romper con todo para comenzar de nuevo.

Cada organización tiene su esencia, aquello por lo que está impregnada y sobre lo que se debe reflexionar profundamente cuando se desea iniciar un proceso de transformación. Analizar los valores que se viven, no aquellos que están escritos en algún lado, sino los que realmente se viven, es un paso importante para profundizar y localizar esa esencia de la que todas las personas están impregnadas.

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Qué significa transformar

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Desde ese análisis profundo también se puede llegar a definir si hay valores que se querría que estuvieran y trabajar para incluir esos valores en la esencia de esa organización.

Una barrera para que se realice una buena transformación es la sensación de urgencia con la que vivimos actualmente, a todos los niveles. Los procesos de transformación llevan su tiempo y es necesario dárselo para que se concluyan con éxito. Cuando ese tiempo no se da, el proceso no concluirá y el resultado no será el deseado. He tenido la oportunidad de vivir de cerca ambas circunstancias y la segunda es algo muy frustrante para todo el mundo, además de incrementar la desconfianza de las personas en la organización.

Sin embargo, las organizaciones que dan tiempo a esos procesos de transformación, obtienen unos excelentes resultados, además de haber comprometido a las personas con el proyecto y de haberse acostumbrado a transitar, en conjunto, por los (a veces) arduos caminos del cambio.

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Transformación personal.

Exactamente lo mismo ocurre con las personas. Las personas no pueden cambiar su interior. No pueden quitar unas células y poner otras. Las personas sólo pueden transformarse, manteniendo, también, esa esencia que siempre está, incluso aunque esté tapada muy en el fondo.

Ya el mero hecho de descubrir la esencia, es un proceso que lleva su tiempo. Desgraciadamente, muchas personas viven sin haber descubierto su verdadera esencia, que ha sido tapada durante años en pro de lo que deben o tienen que hacer, lo que la sociedad les demanda que es el canon que tienen que cumplir.

Y ahora, que se comienza a hablar con más transparencia sobre temas de salud mental, descubrimos que hay muchas personas con problemas en nuestra sociedad. Personas que necesitan no sentirse solas para iniciar estos procesos de transformación.

Cada persona debe tomar consciencia de la travesía que debe recorrer para lograr las transformaciones que desea realizar, pero las organizaciones también pueden acompañar a las personas en esos procesos de cambio. Desde mi punto de vista pueden y deben. Creo que las empresas tienen una responsabilidad social que atender y es que sus colaboradores y colaboradoras se conviertan en mejores profesionales y mejores personas, algo con lo que ambas partes ganan.

Esa transformación lleva su tiempo y, por ello, la persona debe querer iniciar ese proceso. Hace unas semanas, en una consultoría en una empresa sobre comunicación interdepartamental, el CEO me preguntaba si había alguna forma sencilla de modificar los malos hábitos que se habían dado cuenta que tenían con respecto a la comunicación. De verdad que me encantaría disponer de la píldora mágica para que, una vez detectado el área de mejora, se transformara a la velocidad de la luz. Pero no la tengo. Así que le contesté que sólo había visto transformaciones interesantes cuando las personas se habían puesto, de verdad, a trabajar en ello. Y esta era, obviamente, una mala noticia. La buena noticia era que el cerebro permite esas transformaciones y que, además, cuando ejercitamos esa parcela del cambio, cada vez cuesta menos iniciar el camino.

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¿Cómo pueden apoyar las organizaciones estos procesos de transformación?

En primer lugar, entendiendo que ese proceso es necesario y bueno. Un proceso de transformación te traslada del lugar en el que se está al lugar donde se desea estar. Contar con personas que están donde desean estar es muy interesante para cualquier organización.

En segundo lugar, motivando a la transformación. Dar feedback positivo a las personas para que tomen consciencia de dónde están sus fortalezas y, también sus áreas de mejora.

En tercer lugar, poniendo medios a su alcance para que ese acompañamiento sea el adecuado. Formación, coaching, todo aquello que pueda hacer una organización para potenciar la transformación de su ecosistema humano.

Y, por último, dejando el tiempo adecuado para que el proceso se complete. Cuando hay prisas para que estos procesos se completen, no se llegará a buen puerto. Los líderes tienen prisa en muchos casos. Cuando el líder es más humanista, actúa como un líder coach y permite los procesos de transformación, acompañándolos desde su rol y marcando tiempos y objetivos adecuados, es más que probable que el proceso se complete con éxito.

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Para concluir… 

Una de las sensaciones más agradables que experimento con respecto a este tema es el momento en el que una persona ha decidido salir de la organización para desarrollar un nuevo camino y evolucionar profesionalmente y te dice… ‘Muchas gracias por todo. Me da mucha pena irme. Aquí me habéis tratado mejor de lo que podía esperar’.

Para mí, incluso aunque es un momento de pérdida de talento, es un momento de mucha alegría en el que siento que se han hecho las cosas bien.

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#52SemanasDeInteligenciaEmocional

Escrito por Carolina Hernández

Bienestar en la empresa, cultura y comunicación. Son mis tres pasiones y los aspectos con los que trabajo en diferentes organizaciones en forma de consultoría o de formación. Soy antropóloga en proceso y todo lo que tiene que ver con el desarrollo de las sociedades es mi hábitat natural. Creo en el poder de transformación de las personas. Creo en el poder de transformación de la sociedad a través de la transformación de las organizaciones.

Web: http://www.carolinahernandezcoaching.es

Un comentario

  • Daniel ALCANTARO dice:

    Muy interesante perspectiva, tomado asi me aporto herramientas de visión para caracterizar conductas sociales que deben ser fortalecida y potenciadas en pos de recuperar aires de cambio de una realidad viciada de reiteradas costumbres que no permiten desarrollar acciones que se traduzcan en verdaderas transformaciones.

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