DIVERSIDAD Y NORMALIDAD.

Coaching, Noticias

La falta de diversidad en las organizaciones puede asemejarse a la permanencia no deseada de las personas en su zona de confort. En muchas ocasiones permanecemos en ese entorno de comodidad porque nos movemos por hábitos inconscientes y no nos paramos a observar la situación desde fuera y cuestionarnos si ese lugar es el mejor donde podemos estar o existen otros espacios más interesantes.

Con la diversidad en las organizaciones ocurre exactamente lo mismo. De manera inconsciente se busca lo similar, lo conocido, aquello que no me plantee lo que yo denomino ‘quebraderos de cabeza’. Y, sin embargo, esos quebraderos de cabeza bien gestionados es lo mejor que le puede pasar a una organización: la diversidad.

Cuando hablo de diversidad me refiero a toda la amplitud de su su significado. Abrazar la diversidad social, de género, de cultura, étnica o de edad es muy nutritivo para cualquier organización. La diversidad aporta desarrollo y evolución y permite caminar a una mayor velocidad de crucero, lo que es muy importante para las organizaciones actuales que se mueven en entornos VUCA o BANI, en su versión más novedosa.

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Diversidad y normalidad IO

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Independientemente de nomenclaturas, lo cierto es que vivimos tiempos de gran incertidumbre y todo ocurre a muchísima velocidad. Y esto sí repercute directamente en la composición de las organizaciones. Al igual que una persona que habla diferentes lenguas es capaz de comprender mejor los significados profundos de las palabras, una empresa que posee diversidad será capaz de comprender mejor el mundo gracias a las distintas perspectivas de su ecosistema humano diverso. 

La unión de un millenial y un baby boomerg, por ejemplo, puede suponer frescura y solidez, a la par, para una organización. O la diversidad de razas y culturas permite ampliar miradas hasta niveles inimaginables. La creatividad se dispara cuando las personas que piensan sobre un tema tienen conocimientos y experiencias diferentes. Y la toma de decisiones se puede realizar contemplando diferentes aspectos de una misma situación para que esta sea más efectiva.

La diversidad también puede ser un freno cuando no se gestiona adecuadamente. Cuando se quiere que todo funcione de acuerdo a un patrón rígido, las personas diferentes no tienen cabida.

Sin embargo, en general, la diversidad aporta infinitas ventajas al mundo organizacional. Para que funcione bien debe formar parte de su cultura.

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Diversidad y ADN corporativo.

¿Cuándo es, realmente, aprovechada la diversidad?

Cuando pasa a formar parte del ADN de la empresa, de su cultura y con unos valores que potencien y abracen esa diversidad. Este es un paso adelante significativo porque significa cambiar el punto de enfoque hacia las personas. En lugar de mirar hacia su etnia, su edad o su género, se pasa a mirar su talento, sus capacidades y sus posibilidades para hacer crecer, de manera conjunta, a la organización.

Es posible que vivamos en un mundo que dice abrazar la diversidad, pero que todavía no actúa abrazando esa diversidad. Como hablar de ello está de moda, pues nos abrazamos (valga la redundancia) al término, aunque no creamos en él realmente. Esto es un error porque esa organización se quedará a medio camino y siempre existirán fricciones internas porque esa inclusión de diversidad en su ecosistema no forma parte de su ADN corporativo.

Las personas necesitan claridad a la hora de saber de qué forman parte. Y cada vez más. La evolución de la sociedad ha provocado que los valores sociales cambien y, aunque a veces se tambalean cuando ocurren cosas en el mundo que nos hacen plantearnos (por desgracia) que podemos descender escalones en la pirámide de Maslow de un día para otro, la sociedad sigue, inexorablemente, en continua y permanente evolución.

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En la variedad está el gusto.

Las organizaciones que hayan comprendido que la diversidad es un valor y hayan introducido, con naturalidad, esta forma de sentir y de actuar en su ADN corporativo, podrán acceder al mejor talento porque no tendrán limitaciones en casi ningún aspecto.

La diversidad en una organización permite que puedas encontrar a personas afines a ti con las que trabajar y colaborar resulte muy sencillo y también permite encontrar a personas muy diferentes con y de las que aprender para ampliar perspectivas y evolucionar.

Los platos más sabrosos son aquellos que contienen la variedad sutil de ingredientes que combinan y alguno que provoca la disrupción en el sabor. La diversidad provoca que el conjunto sea óptimo.

La inteligencia emocional y la empatía son claves para incorporar esta diversidad en el ADN de la compañía y alinearla con su cultura y sus valores. En un mundo como el actual es ya muy necesario normalizar y abrazar esa diversidad que, bien gestionada, sólo aporta ventajas y beneficios para las organizaciones actuales.

Desde aquí os animamos a reflexionar sobre el tema y a ampliar la perspectiva sobre esta importante e interesante cuestión.

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#52SemanasDeInteligenciaEmocional

 

 

Escrito por Carolina Hernández

Bienestar en la empresa, cultura y comunicación. Son mis tres pasiones y los aspectos con los que trabajo en diferentes organizaciones en forma de consultoría o de formación. Soy antropóloga en proceso y todo lo que tiene que ver con el desarrollo de las sociedades es mi hábitat natural. Creo en el poder de transformación de las personas. Creo en el poder de transformación de la sociedad a través de la transformación de las organizaciones.

Web: http://www.carolinahernandezcoaching.es

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