EL LÍDER: RESPONSABILIDAD SOBRE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL CORPORATIVA

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Existen, a día de hoy, multitud de empresas en las que los líderes se ocupan del desarrollo de la inteligencia emocional corporativa. Se trata de un intangible extraordinario que permite marcar importantes diferencias competitivas con otras empresas del mismo sector, además de permitir el desarrollo de una mayor competitividad y eficiencia profesional.

Los siglos de evolución de la especie humana, unidos al desarrollo exponencial de la tecnología en las últimas décadas, potencian unas motivaciones diferentes en las personas.

Las normas han cambiado a las organizaciones. Las actuales políticas laborales facilitan que las personas tengan otros intereses. La integración de la tecnología en las organizaciones provoca que los trabajos repetitivos sean realizados por máquinas, dejando aquellas actividades de mayor complejidad mental a las personas. Los líderes que son capaces de adelantarse a las tendencias sociales y del mercado pueden conducir mejor a sus organizaciones hacia el éxito.

Y la inteligencia emocional es una gran aliada para consolidar proyectos y empresas de éxito.

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¿Por qué el líder es responsable del desarrollo de la inteligencia emocional corporativa?

Cada persona tiene la capacidad de ser más inteligente emocionalmente. Y los comportamientos de una persona con una gran gestión emocional puede tener grandes repercusiones positivas dentro de una organización.

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Líder emocionalmente inteligente IO

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Sin embargo, el nivel de repercusión se vuelve exponencial cuando son los líderes de las empresas quienes potencian el desarrollo de la inteligencia emocional a lo largo y ancho de la organización.

Los líderes son espejos en los que se reflejan los equipos. Las personas buscan referentes y, en el ámbito laboral, esos referentes suelen ser los propios responsables de los equipos. Si un líder está amargado, el equipo tendrá tendencia a estar triste. Si un líder es agresivo, su equipo será pasivo. Si un líder es volátil y cada día piensa una cosa diferente, su equipo estará desenfocado. En cambio, si un líder sabe gestionarse emocionalmente, transmitirá seguridad y confianza a su equipo, lo que le permitirá desarrollar al máximo el potencial de cada colaborador.

Si, en el mejor de los casos, es la dirección general quien está interesada en el desarrollo de la inteligencia emocional corporativa, se producirán grandes cambios en muy poco tiempo. Porque la dirección general enseñará a desarrollarla a sus directivos y/o mandos intermedios y estos, a su vez, a sus equipos. Si la dirección general se resiste, puede que haya cierto desarrollo de la inteligencia emocional en la compañía, pero será desigual en las diferentes áreas.

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¿Qué significa desarrollar la inteligencia emocional a nivel corporativo?

Para realizar una buena gestión emocional, se debe ir de dentro hacia fuera. Esto quiere decir que sólo se podrá gestionar emocionalmente al equipo cuando el líder sea un buen gestor emocional. Sólo cuando la persona ha desarrollado la habilidad de gestionarse emocionalmente bien a sí misma, será capaz de guiar a los demás en el camino de su desarrollo.

Por tanto, nuestra propuesta es siempre acompañar a los líderes de diferentes niveles de responsabilidad en el desarrollo de su inteligencia emocional para que estos, a su vez, trabajen la inteligencia emocional de cada uno de sus colaboradores y les acompañen en sus cambios y en su desarrollo.

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¿Cómo se puede desarrollar la inteligencia emocional a nivel corporativo?

Vamos a citar aquí algunas de las acciones que llevamos a cabo cuando trabajamos el desarrollo de la inteligencia emocional con nuestros clientes. Se trata de acciones más o menos sencillas de implementar y que se pueden hacer de manera interna o con apoyo externo.

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Formación a los líderes. 

Se trata de acciones formativas dirigidas al desarrollo de la inteligencia emocional de los responsables de personas de la organización.

A través de estas acciones formativas se les da el conocimiento necesario para que entiendan, no sólo los procesos de cambio que pueden realizar, sino también los beneficios del desarrollo de esa inteligencia emocional.

El resultado de estas acciones es que se cambian comportamientos y se construyen relaciones más positivas y profesionales.

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Disponer de coaches internos o externos.

Con otras empresas hemos desarrollado un programa de Apoyo Emocional que nos permite tratar las situaciones de una manera más personalizada y más enfocada a la necesidad de cada colaborador y de cada situación.

En otros casos hemos formado a coaches internos a través de nuestra Certificación en Coaching para el Desarrollo del Capital Humano en las Organizaciones, una formación especialmente diseñada para los verdaderos desarrolladores del talento en las empresas, que son los directivos y mandos intermedios.

El resultado de disponer de coaches internos o externos es que los conflictos disminuyen, la comunicación mejora, las personas se sienten más integradas y motivadas y ello conduce a un mejor bienestar dentro de la empresa y a una mayor eficiencia profesional.

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Formación a los equipos.

En otros casos también apoyamos el desarrollo de la inteligencia emocional de los equipos. Para ello, se realiza un plan de formación que se desarrolla en fases, incluyendo en los grupos iniciales a los de mayor antigüedad y a los de mayor influencia para que, con su ejemplo, vayan ayudando a sus compañeros a gestionarse mejor.

Los equipos de formación que se conforman son, además, interdepartamentales, para cumplir con el doble objetivo de generar empatía y comprensión entre diferentes áreas de la compañía.

El plan finaliza cuando se han formado a todos los equipos de la organización. Y, posteriormente, se realizan sesiones de seguimiento, normalmente de coaching grupal.

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Consecuencias de falta de inteligencia emocional en las empresas.

Nuestra experiencia en el campo del desarrollo de la inteligencia emocional corporativa nos ha hecho detectar que hay mucho que trabajar todavía. Y esa falta de inteligencia emocional provoca una serie de consecuencias negativas que hemos agrupado en las siguientes:

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  • Conflictos.
    Cuando las personas no se gestionan bien, emocionalmente hablando, surgen más conflictos de los deseados, produciéndose grandes pérdidas de tiempo que se dedica en resolverlos y fuertes pérdidas de energía en todas las personas involucradas en el conflicto y su solución.
  • Incidencias.
    La inadecuada gestión emocional provoca un mayor número de incidencias en el desempeño del trabajo. Las incidencias provocan, a su vez, pérdidas de tiempopérdidas de rentabilidad.
  • Rumorología (ruido).
    Cuando la gestión emocional de las personas es inadecuada, surgen rumores y se eleva el nivel de ruido dentro de la organización. Ese ruido provoca que no se detecten las cuestiones verdaderamente importantes, que pueden conllevar pérdida de talento, aumento de la incertidumbre y disminución de la rentabilidad.

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Como se puede observar las consecuencias pueden llegar a ser muy graves. Sin embargo, el desarrollo de la inteligencia emocional requiere de un plan relativamente sencillo y un tiempo medio de ejecución y los beneficios son realmente tentadores.

¿Te animas a mejorar la inteligencia emocional de tu organización? ¡Envíanos tus opiniones y sugerencias!

#52SemanasInteligenciaEmocional

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Escrito por Carolina Hernández

Bienestar en la empresa, cultura y comunicación. Son mis tres pasiones y los aspectos con los que trabajo en diferentes organizaciones en forma de consultoría o de formación. Soy antropóloga en proceso y todo lo que tiene que ver con el desarrollo de las sociedades es mi hábitat natural. Creo en el poder de transformación de las personas. Creo en el poder de transformación de la sociedad a través de la transformación de las organizaciones.

Web: http://www.carolinahernandezcoaching.es

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